Con este compromiso inició su andadura la actual Junta Particular de la Real y Muy Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno: el mayor culto a su venerado titular y al cuidado de una liturgia que tiene sus ojos puestos en Dios y que debe servir para conducirnos a Él a través de la belleza.
La traza, policromía y esculturas del nuevo sagrario se han confiado al artista murciano don Santiago Rodríguez; su ejecución en madera de cedro al tallista don Antonio Ibáñez e hijo Daniel; la orfebrería en plata y oro a don Manuel Valera, sobre diseños en barro del propio autor del diseño; el dorado en oro fino a don Enrique Castellanos; la confección de los textiles con sedas y hojilla de oro del interior del sagrario a don Higinio Morote; y la colaboración en el montaje del conjunto a don Ramón Cuenca. El juego de candeleros también según trazas de don Santiago Rodríguez y por cuenta de Antonio Ibáñez e hijo la ejecución de la talla en madera de cedro y el plateado en plata fina por doña Blanca Spreafico.
El culto divino precisa de enseres acordes que sean tronos de su Divina Majestad. Es por ello que no se ha escatimado esfuerzo para alcanzar lo mejor que al Señor podemos ofrecerle y que debe servir como receptáculo de Jesús sacramentado. Gracias a las donaciones de los mayordomos y cofrades de Jesús. Gracias a los fieles y devotos de Nuestro Padre Jesús.
El espacio clasicista del camarín de Nuestro Padre Jesús Nazareno precisaba de un nuevo sagrario acorde a las formas y la estética que marca su templete. Este criterio ha guiado la traza de esta insólita pieza.
Insólita, porque la perfección alcanzada no admite parangón en este tiempo; insólita, por el trabajo colegiado entre diversos artífices; insólita, porque se ha seleccionado a los mejores autores. Excepcional, en suma, porque va dedicada al lugar más emblemático y sagrado del magnífico relicario que es la Iglesia de Jesús.
#SoydeJesús
📸 Joaquín Zamora